Bunyady
Según los últimos rumores, para entrar en el restaurante Bunyady (en el lenguaje Hindy significa “natural” y “esencial”) tendrás que aceptar desnudarte por completo, pero no sólo la ropa, incluso los teléfonos móviles, tablets y cualquier otra diablura electrónica. Totalmente desnudo incluso el personal, con la única excepción de los trabajadores de la cocina, por razones de higiene que se pueden imaginar.
Este local abrirá en forma experimental en Londres en un día no especificado de junio, pero ya antes que esto suceda, las reservas han alcanzado y superado el numero 17.000 y es difícil conseguir una mesa en los próximos meses. Allí no se permitirá nada y las comodidades serán mínimas: tabla y sillas de madera, cubiertos comestibles, platos de barro o cocidos en horno de leña y velas para iluminar; serán 42 asientos con el precio promedio de 60 libras y cada mesa se dividirá entre las cabinas y la pantalla de bambú, para garantizar un mínimo de privacidad. Pues bien, nadie podrá entrar a curiosear sin ser el protagonista de la función y está prohibido hacer fotografías. Me resulta sorprendente que se haya apuntado ya tanta gente: esta vez, que no me pidan un reportaje, ¡prefiero que me lo cuenten!